El
arte es vida, es cambio, es resistencia. Palabras insulsas de gente que solo se
aprovecha del arte. Aprovecharse del arte no solo es exprimir al artista
(persona catalogada como mendigo en la constitución y como marihuano vago en
la sociedad), es sacarle jugo a las sociedades vulnerables, pretender hacer
cualquier montón de acciones, decir que se está trabajando por una sociedad
mejor, tomar fotos y registros y seguirle vendiendo miserias al estado para que
este te siga alimentando. Exprimir el arte es hacer proyectos mediocres que
hablen de la pachamama y de posconflicto para alimentarte uno o dos semestres
y pretender que la sociedad vulnerable va a estar mejor y va a cambiar.
Exprimir el arte es hundir al otro artista que quiere cambiar el concepto solo
porque no es una piraña devoradora de los dineros del estado y no pertenece a
los gremios de los absortos vejetes que se creen dueños del arte y solo permean
el arte a su favor. La gente no tiene la culpa de no creer en el arte, la culpa
realmente es del artista por creerse conceptual, postmoderno y más que todos en
la sociedad.
Tener
el don de crear conlleva una gran responsabilidad, crear hoy en día es tener el
gen X, y ser mutante es creer en lo que se crea y hacer algo tangible para la
sociedad con ello. Son pocos los que hacen arte de verdad. Son pocos los que
entienden el arte, viven el arte y sobretodo, son pocos los que han
transformado acciones negativas en acciones optimistas. Creer que la sociedad
va a cambiar gracias al arte es ser muy pretensioso, prepotente, irrealista y
sobretodo es querer vender un proyecto social y de comunidad a cambio de
dinero. Pero entonces, ¿De qué vive el artista si no es obligando al estado a
que contribuya a los procesos artísticos? Pues del crear y del saber vender lo
que se crea sin sobrevalorarse. Estamos en una época de comunicación,
globalización, comercio, el furor del color extremo y de los unicornios y hay
que aprovecharla. Saber vender lo que se crea es la clave de no dejar morir el
arte y sobretodo, lograr así, cambiar mentalidades. El arte se ha transformado.
Precisamente eso es lo que los vejetes y retrógradas artistas no entienden y
pretenden seguir ensañándose con la idea de oprimir al gobierno para exigirle
más presupuesto para que puedan sacar más proyecto mediocres que les dan para
comer seis meses y así matando de apoco los procesos creativos. O eres creativo
para crear y saber vender o le lambes el culo a los politiqueros, sacas
palancas, redactas proyectos y BADABUM! Tienes para comer los próximos seis
meses mientras te aprovechas de la comunidad. Un artista, ni el arte mismo esta
fuera del sistema, hay que aceptar que somos parte integral de una sociedad,
pero hoy en día se está abusando del sistema y eso siempre acaba mal.
Los
medios, el color, el audiovisual, la plasticidad, las modas pasajeras, la
música rítmica, la banalidad, el egoísmo, las redes sociales, la falsa
moralidad, el aborto, las sonrisas fingida, el YO, los estereotipos de belleza,
el feminismo, Uribe, el fracking, la izquierda, la tierra, las flores, el mar,
la cerveza, los amigos alcohólicos y drogadictos, la falsedad, la hipocresía,
la intolerancia, la pobreza, la apariencia, la competitividad laboral, todos,
todas, todes, las matanzas, las drogas, el alcohol, la soledad… el vació, la
depresión. TODO, absolutamente todo eso es nuestro día a día, ¿y dónde está el
arte en todo eso? Pues que mejor que tomar toda esa masa deforme y crear, y
contar al mundo lo que está pasando desde ese punto de vista de la sensibilidad
que toca el arte. Los artistas no somos máquinas de hacer proyectos para seguir
fomentando procesos mediocres. Los artistas estamos para crear y con ello
burlarnos de la sociedad, tenemos el derecho y el deber de pasarnos por la faja
todo lo que está pasando, contar las injusticias sociales y culturales a través
de nuestras obras, denunciar actos impíos e inauditos; nosotros los artistas
tenemos voz y voto. Hablamos más fuerte que cualquiera, imaginamos más allá del
universo, nosotros los artistas tenemos, no el mundo, el universo en nuestras
manos ¿y limitarnos a proyectos? De razón nos estamos acabando con el arte.
Por: Erich Zann
Comentarios
Publicar un comentario